El tiempo se había congelado en aquella propiedad, situada cerca
de la Iglesia de La Trinidad, en el distrito 9, entre el barrio rojo de Pigalle
y Opera de la capital francesa. Madame
de Florian, con tan solo 20 años, tuvo que abandonarlo súbitamente, antes de la
invasión alemana en la Segunda Guerra Mundial y, buscar refugio en el sur de
Francia.
Tras 70 años de dulce letargo, bajo una gran capa de polvo, todo seguía intacto: muebles, cuadros, alfombras, juguetes de la época, incluso un fajo de cartas de amor.
Pero, una gran sorpresa estaba por llegar: una obra maestra del pintor Giovanni Boldini colgaba en el salón.
La pintura representa a Marthe de Florian, vestida con un precioso traje de noche de muselina color rosa palo; una bella actriz francesa, socialité de la Belle Époque y exmusa del pintor Giovanni Boldini.
Mientras buscaban más objetos de valor, encontraron una nota de amor escrita por el propio Boldini y dirigida a Marthe. Además, en aras de demostrar la autenticidad de la obra, consiguieron una referencia a la obra en un libro escrito por la viuda del artista, la periodista Emilia Cardona, donde cita que fue pintado en 1898, cuando Marthe de Florian contaba con 24 años.
Madame de Florian murió en el año 2010, a la edad de 91 años
(sin dejar de atender a los pagos correspondientes al apartamento). Teniendo en
cuenta que huyó a la Costa Azul con unos 20 años, su nacimiento ronda el año
1920. A tenor de los datos proporcionados por la viuda del artista, cuando la
fallecida Madame de Florian vino al mundo, Marthe tenía unos 45 años. Por lo
tanto, todo apunta a que Madame de Florian no es otra que la nieta de la musa de
Boldini y protagonista del tesoro que reposó tantos años olvidado.
Una historia que bien podía servir para la trama de una novela
romántica.
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