Genji
Monogatari o La novela de Genji
es una de las primeras novelas de la historia, con más de mil años de
existencia (siglo XI – periodo Heian-), considerada como la novela psicológica
más antigua de la literatura universal y novela clásica de la literatura
japonesa.
Cuenta
la historia del príncipe Hikaru Genji El Resplandeciente, a través de
54 capítulos o rollos (con
un total de 4.200 páginas y 800 “wakas” –poemas tradicionales de 31 sílabas-), pasando por todas las etapas de su vida,
incluso su muerte y la vida de sus hijos. Se trata de un personaje apasionado y
mujeriego, destinado a ser emperador; pero, no lo alcanzará a ser– llegando,
incluso al exilio – a causa de sus enredos amorosos, en la refinada corte de la
era Heian (794-1185).
Tras su lectura, puede parecer un tema actual, pero fue escrita en el siglo XI por una dama de la Corte Imperial japonesa, cuyo nombre no se indica en la obra; pero, se deduce a partir de la lectura del Diario de Murasaki (los llamados nikki), donde se describen anécdotas de Genji.
Lady Murasaki ganó la entrada a la Corte sirviendo a la hija de Michinaga, Shoshi (988-1074), quien más tarde se convirtió en la consorte del influyente emperador Ichijo
(r.986-1011).
Murasaki redacta observaciones con información privilegiada de la Corte de
Ichijo; por lo que se dice que han sido la base para la novela o cuento de
Genji.
La
novela no tiene un argumento claro, sino que describe climas, estados
espirituales y corporales, donde hay un permanente uso de los recuerdos que se
funden en una naturaleza que acompaña a los personajes con colores, olores y
otros estímulos sensoriales. De ahí que se considere la primera novela
psicológica.
Quizás,
lo que me haya sorprendido más tras conocer esta interesante historia, sea que
la obra de Lady Murasaki haya tenido lectores muy destacados; entre los que se
encuentran: Virginia Woolf, Jorge L. Borges, W. B. Yeats, Octavio Paz,
Marguerite Youcenar; Harold Bloom y Yasunari Kawabata.
No se ha conservado el original del libro. Por lo que, la versión de la que se dispone proviene de numerosas copias. Quizás, la más antigua sea la que dirigió Teika Fujiwara, alrededor de 200 años después de que Murasaki Shikibu la hubiese comenzado a escribir.
No se ha conservado el original del libro. Por lo que, la versión de la que se dispone proviene de numerosas copias. Quizás, la más antigua sea la que dirigió Teika Fujiwara, alrededor de 200 años después de que Murasaki Shikibu la hubiese comenzado a escribir.
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