martes, 21 de enero de 2014

TODO LO QUE QUISO SABER SOBRE COLECCIONAR ARTE Y NUNCA SE ATREVIÓ A PREGUNTAR

El pasado jueves entendí el motivo por el cual el Arte en la Fundación Valentín Madariaga está tan presente: los miembros de la familia Madariaga son fervientes coleccionistas de Arte Contemporáneo. De hecho, tienen su propia colección privadasurgida en un Grupo Empresarial familiar […] una selección inmersa en la vanguardia de la producción artística del Siglo XXI; […] La Corporación MP apuesta por el Arte de Vanguardia Internacional, poniendo a disposición del público una colección en la que se interpreta artísticamente la naturaleza bajo lenguajes y soportes tan diferentes como la escultura, fotografía, dibujo, pintura e imagen y sonido”, como indican en su web.
El listado de artistas que conforma su colección es interesante.

 
El nombre de la charla era muy sugerente:Todo lo que quiso saber sobre coleccionar arte y nunca se atrevió a preguntar. 10 claves para iniciarse en la compra de arte contemporáneo y uno de sus ponentes, un propuesta muy atrayente para coronar la lluviosa tarde de jueves.
Carlos Urroz, director de ARCOmadrid (podéis leer mi entrada dedicada a esta feria), esbozó de forma muy sintética las claves a tener en cuenta a la hora de comprar arte contemporáneo.
Fuente: http://www.revistadearte.com/
Comenzó remarcando el papel primordial de Joseph Beauys en el mismo y prosiguió enumerando, de forma muy académica, una decena de puntos esenciales en el coleccionismo de este tipo de arte:
1) Infórmate: hay infinidad de medios a través de los cuales, se puede recabar información y estar al día de las novedades; ya sea, consiguiendo hojas de sala, suscribiéndose a boletines informativos online, suplementos de periódicos, siguiendo las redes sociales, etc.
2) Compra sólo lo que te guste: no se trata de “comprar por comprar”. La obra de arte que se quiera adquirir debe imprimir una sensación de magnetismo en el comprador. Contó su experiencia con el artista  Vik Muniz.

3) Para qué compras: no perder el objetivo de la compra. Muchos tienen en mente la propia decoración de su casa.

4) Conoce la obra del artista y su entorno: es fundamental conocer la trayectoria del artista.

5) Escoge buenas galerías y ferias, ya que son los mejores referentes para la colección de Arte Contemporáneo.

6) Comparar precios: a través de Internet, contactando con diferentes galerías,  relacionando artistas con CV similares.
En el caso de las casas de subastas, es muy importante considerar  los precios de salida, los de remarque, la comisión correspondiente a la propia casa de subastas, los impuestos que se derivan de la operación y, el  transporte.
7) Todo el arte que refleja su tiempo,  que plasma la realidad del momento, tendrá interés en el futuro. Ej.: Julio Le Parc 

8) No es necesario comprar las obras más caras: sobre todo, de artistas emergentes, que pueden llegar a ser de gran valor en un futuro.
9) Déjate asesorar, sobre todo, por los expertos propietarios de galerías, y comisarios sin vinculación emocional con la obra.

10) Disfruta y pásalo bien. Al fin y al cabo, de eso se trata.

Para completar la visión del coleccionismo de Arte Contemporáneo, tomó la palabra el coleccionista D. Fernando Meana, premio ARCO al Coleccionismo en 2007 y reputado abogado especialista en Derecho Marítimo, que llegó al Arte el mismo día de su boda; a través del regalo nupcial de su amigo el escultor Vicente Larrea, suponiendo el pistoletazo de salida hacia el coleccionismo de Arte para él y para su esposa, Mariví Larrucea. A continuación, prosiguieron comprando arte vasco y, una vez establecidos en Madrid, comenzó a frecuentar galerías y a conocer mejor el arte español.
BILBAO PAÍS VASCO 03-05-2013 Bilbao Art District © FOTÓGRAFO MITXI
Resaltó su oposición a crear una fundación que diese a conocer su vasta Colección privada Meana-Larrucea, de más de 400 piezas. Afortunadamente, en los próximos meses, se podrá disfrutar de parte de ella en Cádiz.
A modo de muestra, en un artículo publicado en el diario El País, en el año 2012, se puede contemplar una breve selección de su colección privada; hablando, con mucho cariño, de la obra de Thomas Hirschhorn, Art Center 6.


Para terminar, en el tiempo de ruegos  y preguntas, un asistente, historiador de arte y profesor de secundaria, trasladó una pregunta formulada por sus alumnos y que muchos se hacen: “¿Es el Arte Contemporáneo un arte elitista y para ricos?”. La respuesta de los dos ponentes, incluso de Valentín Madariaga hijo estuvo en consonancia: no tiene porqué, ya que hay piezas interesantes a buen precio y se volvió a incidir en el tema de los artistas emergentes.

Una conferencia interesante, que nos acercó un poco más al controvertido mundo del Arte Contemporáneo.

 

lunes, 20 de enero de 2014

CONCIERTO POR LA CONCORDIA PALESTINO-ISRAELÍ: ÓPERA'TRISTÁN E ISOLDA', DE LA ORQUESTA WEST-EASTERN DIVAN EN SEVILLA

Aún recuerdo la última vez que lo vi encima de aquel pódium, en el Auditorio Nacional de Madrid. Su figura recortada, sosteniendo la batuta de manera tan majestuosa e interpretando, rítmicamente, cada nota ejecutada por todos los instrumentos de aquella gran orquesta; dando buena cuenta de su maestría en armonía y composición.

Anoche, de nuevo, el sonido de la primera nota me produjo esa sensación tan especial e inconfundible, que se asemeja a una ola emocional que recorre todo el cuerpo y se hace presente en cada una de las terminaciones nerviosas. Una producción de endorfinas indescriptible.

Sólo uno de los grandes puede crear semejante festín de evocaciones, el virtuoso pianista y espléndido director de orquesta, el maestro Daniel Barenboim.

Una vez más, logró reunir a miles de personas para disfrutar de su arte. Esta vez, dirigiendo a la orquesta creada por él y el intelectual palestino Edward Said, la Orquesta West-Éastern Divan. Nacida como taller “musical, intelectual y humano”  para jóvenes músicos de Israel y otros países de Oriente Medio, utilizando la música como vehículo para el acercamiento entre culturas tradicionalmente rivales y, posibilitar el desarrollo de sus habilidades musicales. La base de la orquesta la componen músicos árabes e israelíes acompañados de músicos españoles, con notable presencia andaluza.

Fuente: Fundación Barenboim-Said
Cada verano se celebra el Taller del West-Eastern Divan en Andalucía, con un programa de trabajo musical intensivo y donde se discuten distintos puntos de vista sobre el conflicto árabe-israelí; que, como afirma el propio Barenboim: “no es militar ni político", sino "un conflicto humano entre dos pueblos que están convencidos de tener que vivir en el mismo pequeño pedazo de tierra sin el otro". "En este conflicto hay que buscar compromisos y estamos muy lejos de todo eso, porque no se puede buscar un compromiso cuando no se admite el derecho de existir del otro".

Una vez finalizado el periodo de trabajo, se inicia la gira de la orquesta, denominada West-Eastern Divan haciendo referencia a una colección de poemas de Johann Wolgang von Goethe. Como explican los propios fundadores “fue uno de los primeros alemanes verdaderamente interesado en otros países, llegando incluso a aprender árabe con más de 60 años”.

Las primeras ediciones tuvieron lugar entre Weimar (Alemania) y Chicago (EE.UU.) hasta que, en 2002 (mismo año  en que los fundadores recibieron el Premio Príncipe de la Concordia), se estableció en Sevilla con la ayuda inestimable de la Junta de Andalucía, a la que está profundamente agradecido el maestro argentino-israelí (y con ciudadanía palestina honoraria) por el apoyo dado, sobre todo, a actividades de educación musical y actividades en Palestina e Israel. Lo que significa que “Andalucía, e indirectamente España, es el único país que hace una contribución clara y concreta por el desarrollo de la vida intelectual en Palestina”.

Fue en julio de 2004, cuando se creó la Fundación Pública Andaluza Barenboim-Said (con este concierto se ha celebrado su décimo aniversario), que cada año concede becas a músicos, especialmente capacitados, para estudiar en Europa o en EE.UU.

Desde el pasado día 12 de enero, este grupo de jóvenes músicos ha estado realizando, en el Hotel Vértice Aljarafe de Bormujos –Sevilla- , su taller de convivencia y los ensayos para preparar la versión en concierto del drama musical, la ópera “Tristán e Isolda” de Richard Wagner, con la presencia de cinco solistas de primer nivel. Elección que trajo cola cuando la interpretó en Israel, tachándolo de “fascista y pronazi”. Por lo que tiene un valor significativo, pues lo aleja de cualquier carga de disfemismo.
 
Una velada memorable e inolvidable, en la que debo reconocer fue la primera vez que seguí el texto de una ópera a través de un teleprompter, ubicado en la parte superior del escenario (se agradece la traducción del alemán al español).

Aprovecho, asimismo, esta oportunidad para reivindicar, desde este humilde rincón, la candidatura de Daniel Barenboim al Premio Nobel de la Paz.



“Anhelo que mi nueva condición sea un ejemplo de coexistencia palestino-israelí. Creo que los destinos de los pueblos israelí y palestino están inexorablemente unidos”.

                                                                                                    Daniel Barenboim

                                                          

domingo, 19 de enero de 2014

MARUSKA "LA PIRADA"

El pasado fin de semana, me apesadumbró ver a dos niñas, de unos 10 años, jugando con sendas tablets en un bar. ¿Dónde quedaron las ganas de salir a la calle e idear miles de juegos con los amigos?

Como dice Linda Rogers: “El valor de un hombre se mide por la forma en que él cría a sus hijos. Lo que les da, lo que les quita, las lecciones que enseña, y las lecciones que les permite aprender por su cuenta".  Comparto su idea y añado que los hijos imitan los comportamientos de sus padres.
Entiendo que esto es lo que ha sucedido en el caso de Mar Benítez Climent, una niña natural de Castilleja de la Cuesta- Sevilla-, de tan sólo 11 años, que ha visto cumplido uno de sus sueños: publicar un libro, ilustrado por ella y novelado por sus padres, José y Águeda.


Ha sido un arduo trabajo, a lo largo de dos años, ya que sus padres tienen sus propias ocupaciones. Pero, por fin, han visto materializado tanto esfuerzo en un estupendo libro, donde se narra las aventuras de una pizpireta y algo excéntrica niña, llamada Maruska y apodada “la Pirada”; todas ellas nacidas de la imaginación de Mar.

Mejor, os lo ilustra ella misma:

Y, aquí lo cuenta Mar de viva voz:

Además de ser una niña soñadora, Mar es muy solidaria y pensó: “¿Por qué no ayudar a otros niños usando el libro como medio?"
De esta manera, ella y sus padres llegamos a un acuerdo de colaboración con educo (Cooperación y Educación para la Infancia), mediante el cual las ventas del libro ayudarán al programa “Becas Comedor”.
Creo que merece mucho la pena colaborar con esta causa. Yo ya lo hice.
Como dice en su blog: Que todos los niños dispongan de una comida completa al día no debería ser un sueño, sino una realidad indiscutible
Más información: http://maruskalapirada.com
 

sábado, 18 de enero de 2014

LA FEMME AU SINGE -LA MUJER DEL MONO-, DE CAMILLE ALAPHILIPPE

Jamás había oído hablar de Camille Alaphilippe, escultor francés y alumno de Laurens y  de Barrias, en la Escuela Nacional de Bellas Artes de París.

En 1901, se interesó por la cerámica tras su estancia en Villa Médicis. Junto a su esposa, Miss Avog, también escultora, decoraron los grandes almacenes del Boulevard Malesherbes Félix Potin y el jardín François Carnot.

 
En 1914, fue nombrado director de Fabricación Arenisca Alexandre Bigot Wed (Loir-et-Cher), que producía principalmente cerámica arquitectónica. Después de la Primera Guerra Mundial, enfermo y sin dinero, se trasladó a Argelia.
 

Me llamó mucho la atención una de sus esculturas: “La femme au singe” (‘La mujer del mono”) por su delicada belleza y trabajada estructura, compuesta por un ensamblaje audaz de elementos de bronce dorado y de plaquetas de gres esmaltado, montadas sobre una estructura de madera y de hierro, sostenidas en mortero de ladrillo pulverizado, y juntas realizadas en yeso coloreado.


Solo su enigmático rostro y sus delicadas manos están hechos de bronce.

         

Esta misteriosa y solemne imagen podría simbolizar una femme fatale, que sostiene un adorador encadenado, el mono.

Hierática y regia [H.: 184 cm; l.: 78 cm; P.: 96 cm], se muestra al público en el Museo del Petit Palais, en París, en la sala 1 de la sección de Artes decorativas de 1900 (fue adquirida al artista en el Salón de los Artistas Franceses de 1908).



Más información en:

Museo del Petit Palais. Disponible en: http://www.petitpalais.paris.fr/fr/collections/la-femme-au-singe
 


 
 

viernes, 17 de enero de 2014

"El Jilguero", Donna Tartt

Poco a poco, me voy poniendo al día con la inmensa lista de autores que existen en el mundo literario. En una de las páginas de las editoriales que sigo, formulaban una pregunta: “¿Aún no conoces a Donna Tartt? Muy atentos a ese rostro, pues será protagonista indiscutible del 2014”.

De inmediato, busqué información sobre esta escritora norteamericana de iniciación precoz. A los cinco años, escribió su primer poema y, a los 13, publicaba poesía en revistas literarias de Mississippi. No es de extrañar que ganase todos los concursos literarios en los que participó.
A raíz de la sugerencia de Willie Morris (escritor y editor americano), se trasladó a la Universidad de Bennington en 1982, donde empezó a escribir “El secreto” (‘The Secret History”), una novela de crímenes al estilo de los ritos clásicos de Dionisos y las Bacantes, en un campus universitario.
Tartt tiene, actualmente, 50 años. Su menuda estatura compagina con su porte elegante y una piel pálida perfecta, con una mirada sutilmente fiera a través de sus ojos color verde grisáceo.
De ella se dice que es una voraz lectora, que domina el latín, el griego y el francés; siendo capaz de citar de memoria a Santo Tomás, Platón, Buda, Dante, Proust, Poe, Salinger y, a su mayor ídolo, T. S. Eliot.
Desde la publicación, hace 20 años de “El Secreto” aclamada por público y crítica, sólo había escrito otro libro, “Un juego de niños”, en 2003, por la que fue galardonada con el premio WH Smith.

Ahora, regresa con otra novela, “El Jilguero”, de la que he podido leer críticas muy variopintas, muy polarizadas. Gusta mucho o suscita un rechazo abrumador.

Según la publicidad elaborada por la Editorial Lumen: “Si aquella mañana no hubiera llovido, si Theodore y su madre hubieran llevado un buen paraguas, si, si, si…quizá no hubieran buscado refugio de una tormenta en el museo Metropolitan de Nueva York. Allí estaban, contemplando una exposición de maestros de la época dorada del arte holandés, cuando de pronto estalló una bomba y Theodore se encontró de repente solo y rodeado de un montón de escombros. Buscando la salida, el chico, que acaba de cumplir trece años, se topa con un visitante que estaba minutos antes contemplando la misma exposición, acompañado de una chiquilla hermosa. El hombre muere delante de los ojos de Theodore, pero antes le entrega un anillo, pidiendo que lo devuelva a un tal Hobie, dueño de una tienda de antigüedades. Theo abandona el museo, llevando consigo el anillo  y algo más…”

Curiosidades en su redacción.

Poco antes de la publicación de su anterior novela, fundamentalistas islámicos destruyeron las esculturas budistas monumentales del siglo VI de Bamiyan, en Afganistán.

Ello le dio la idea de escribir algo acerca del terrorismo y la destrucción del arte. Al mismo tiempo, comenzó a jugar con la imagen de un niño obsesionado con una pintura. Pensó específicamente en una pintura "que apelase a un niño y, no hay muchas que se ajusten". En 2003, en una visita a Amsterdam, vio un ejemplar de El Jilguero, en una venta de la casa de subastas Sotheby’s. Pintado en 1654, el año de la muerte de Carel Fabritius, su autor, en un pedazo de cartón del tamaño de una hoja A4 de papel; se trata de una imagen llamativamente delicada de un pájaro pequeño, atado a su percha por una cadena.
Este pequeño pájaro, tan valiente y tan digno, y luego ves esa cadenita terrible”, se refiere la autora; que prosigue: "Está en los Upanishads, creo. Un pájaro encadenado se utiliza como metáfora de la respiración en el cuerpo humano. Se apaga, y luego siempre sale a descansar en el mismo lugar. Nuestro cuerpo es el lugar encadenado, el lugar en el que estamos atrapados. La respiración es spiritus en latín. Siendo la paradoja de la humanidad. Somos criaturas aladas en algún nivel, pero también, estamos atrapados. Podemos volar, pero no podemos. En fin…

El método de trabajo de Donna Tartt es muy laborioso. Escribe a mano en grandes cuadernos de espiral, añadiendo ideas y correcciones a lápiz de color rojo, azul y verde y, grapando fichas para realizar un seguimiento de la trama y los personajes. Cuando todo empieza a complicarse, pasa el manuscrito a su ordenador e imprime los borradores en papel con un código de color: “puedo recoger el proyecto en color rosa y sé que es el primero, o el más reciente de color azul. Así que, si necesito algo de un proyecto mayor, ya sé cómo encontrarlo”, fórmula que le enseñó su profesora de francés hace muchos años.

La elección del nombre del protagonista no está exenta de misterio. Tartt había fijado el nombre de Theo Decker para su protagonista. Fue solo después de que alguien señaló la correspondencia de sus iniciales y la de ella - DT y TD - y el hecho de que ambos nombres tienen el mismo 10 letras cadencia sonora. Pero, no fue hasta que ella había escrito la sección sobre Theo salvar el jilguero de la explosión en el Met cuando se enteró de que poco después de terminar la pintura, el mismo Fabritius había muerto en una explosión, en el arsenal de pólvora en Delft. En el momento de la explosión estaba pintando el retrato de un diácono. Su nombre era Simon Decker.
Su concepción de la felicidad es de lo más evocador: “Si no estoy trabajando, no estoy feliz. Eso es todo. Ese el requisito previo para mi felicidad”.
 
El jilguero se publicará el próximo 13 de marzo en España (1.192 páginas). De él dice la Editorial Lumen: “es un texto compacto que recuerda a Dickens pero también a Paul Auster, que intriga y al mismo tiempo deja espacio para la reflexión, y que finalmente quedará como una de las novelas emblemáticas del siglo XXI”.
El mismísimo Stephen King lo describe como «una de esas rarezas que aparece tal vez media docena de veces por década, una obra literaria que conecta el corazón y la mente del lector».
 
Tendremos que comprobarlo.
 
 

 

GENJI MONOGATARI, PRIMERA NOVELA ESCRITA POR UNA MUJER PARA MUJERES. MURASAKI SHIKIBU.

Genji Monogatari o La novela de Genji es una de las primeras novelas de la historia, con más de mil años de existencia (siglo XI – periodo Heian-), considerada como la novela psicológica más antigua de la literatura universal y novela clásica de la literatura japonesa.
 
Cuenta la historia del príncipe Hikaru Genji El Resplandeciente, a través de 54 capítulos o rollos (con un total de 4.200 páginas y 800 “wakas” –poemas tradicionales de 31 sílabas-), pasando por todas las etapas de su vida, incluso su muerte y la vida de sus hijos. Se trata de un personaje apasionado y mujeriego, destinado a ser emperador; pero, no lo alcanzará a ser– llegando, incluso al exilio – a causa de sus enredos amorosos, en la refinada corte de la era Heian (794-1185).


Tras su lectura, puede parecer un tema actual, pero fue escrita en el siglo XI por una dama de la Corte Imperial japonesa, cuyo nombre no se indica en la obra; pero, se deduce a partir de la lectura del Diario de Murasaki (los llamados nikki), donde se describen anécdotas de Genji.

Lady Murasaki ganó la entrada a la Corte sirviendo a la hija de Michinaga, Shoshi (988-1074), quien más tarde se convirtió en la consorte del influyente emperador Ichijo

(r.986-1011). Murasaki redacta observaciones con información privilegiada de la Corte de Ichijo; por lo que se dice que han sido la base para la novela o cuento de Genji.

 
La novela no tiene un argumento claro, sino que describe climas, estados espirituales y corporales, donde hay un permanente uso de los recuerdos que se funden en una naturaleza que acompaña a los personajes con colores, olores y otros estímulos sensoriales. De ahí que se considere la primera novela psicológica.
Quizás, lo que me haya sorprendido más tras conocer esta interesante historia, sea que la obra de Lady Murasaki haya tenido lectores muy destacados; entre los que se encuentran: Virginia Woolf, Jorge L. Borges, W. B. Yeats, Octavio Paz, Marguerite Youcenar; Harold Bloom y Yasunari Kawabata.

No se ha conservado el original del libro. Por lo que, la versión de la que se dispone proviene de numerosas copias. Quizás, la más antigua sea la que dirigió Teika Fujiwara, alrededor de 200 años después de que Murasaki Shikibu la hubiese comenzado a escribir.


 

miércoles, 15 de enero de 2014

LA HERENCIA DE MADAME DE FLORIAN

Cómo iban a imaginar los albaceas del testamento de Madame de Florian lo que encontrarían tras las puertas del viejo apartamento, del edificio diseñado bajo las directrices del plan Haussman.

El tiempo se había congelado en aquella propiedad, situada cerca de la Iglesia de La Trinidad, en el distrito 9, entre el barrio rojo de Pigalle y Opera de la capital francesa. Madame de Florian, con tan solo 20 años, tuvo que abandonarlo súbitamente, antes de la invasión alemana en la Segunda Guerra Mundial y, buscar refugio en el sur de Francia.

Tras 70 años de dulce letargo, bajo una gran capa de polvo, todo seguía intacto: muebles, cuadros, alfombras, juguetes de la época, incluso un fajo de cartas de amor.

          

Pero, una gran sorpresa estaba por llegar: una obra maestra del pintor Giovanni Boldini colgaba en el salón.
La pintura representa a Marthe de Florian, vestida con un precioso traje de noche de muselina color rosa palo; una bella actriz francesa, socialité de la Belle Époque y exmusa del pintor Giovanni Boldini.

Mientras buscaban más objetos de valor, encontraron una nota de amor escrita por el propio Boldini y dirigida a Marthe. Además, en aras de demostrar la autenticidad de la obra, consiguieron una referencia a la obra en un libro escrito por la viuda del artista, la periodista Emilia Cardona, donde cita que fue pintado en 1898, cuando Marthe de Florian contaba con 24 años.


Madame de Florian murió en el año 2010, a la edad de 91 años (sin dejar de atender a los pagos correspondientes al apartamento). Teniendo en cuenta que huyó a la Costa Azul con unos 20 años, su nacimiento ronda el año 1920. A tenor de los datos proporcionados por la viuda del artista, cuando la fallecida Madame de Florian vino al mundo, Marthe tenía unos 45 años. Por lo tanto, todo apunta a que Madame de Florian no es otra que la nieta de la musa de Boldini y protagonista del tesoro que reposó tantos años olvidado.
Una historia que bien podía servir para la trama de una novela romántica.

martes, 14 de enero de 2014

CASA HUNDERTWASSER-KRAWINA: VIVIR DENTRO DE UNA OBRA DE ARTE

Siempre he afirmado que un viaje comienza en el mismo instante que se planifica. Tengo la costumbre de leer todo lo que pueda acerca del lugar que voy a visitar.

Cuando viajé a Viena, debido a la carga de trabajo, no leí todo lo deseable y dejé algunos “hilos sueltos”. Sabía algo acerca de Friedensreich Hundertwasser; pero, lo asociaba a Alemania. Ni me imaginaba la historia que había tras este peculiar artista, de ascendencia judía, que se salvó de morir en el Holocausto gracias a que su madre lo alistó en las Juventudes Hitlerianas. Pero, no me extrañó la influencia de Egon Schiele y Gustav Klimt en su trabajo.
Cuál fue mi sorpresa cuando, en el trayecto a Viena, en mi documentación preparada, pude leer acerca de esta construcción, situada en Kegelgasse 34-38 del distrito 3.
Se trata de un complejo residencial municipal, construido entre 1983 y 1986, cuyo proyecto fue propuesto por el alcalde de Viena, Leopold Gratz al propio Friedensreich Hundertwasser, quien lo estructuró (nunca cobró por el diseño de las Hundertwasserhaus); pero, fue el arquitecto Joseph Krawina el que lo planificó y dirigió.

Este arquitecto y catedrático de la Universidad Técnica de Berlín, ya jubilado, mostró interés desde muy pronto por la construcción ecológica, el ajardinamiento de techos y el enfrentamiento científico con los principios de la física de la construcción.

La fachada

Desde el mismo momento que te adentras en la calle Kegelgasse, se vislumbra un edificio que destaca por su colorido y su vegetación. Una vez te enfrentas a él, como si de una colcha de patchwork se tratase, se perciben distintas superficies rojas, azules, amarillas y grises formando un conjunto multicolor. Los miradores, los balcones, los “árboles inquilinos”, las aplicaciones de cerámica y de espejo; así como, los diversos tipos de ventanas le dan a la fachada esa apariencia característica.

Hundertwasser pretendía que los habitantes pudieran identificar su apartamento también desde el exterior, por lo que cada superficie colorida y diferente marca cada una de las viviendas. Además, están enmarcadas con líneas oscuras y cenefas de mosaicos para delimitar los apartamentos con una mayor claridad aún.

Las superficies grises de la fachada representan las áreas de la casa accesibles para todos: los cuartos de juego de los niños, las escaleras y pasillos, el jardín de invierno, los locales comerciales y el Café Terraza, adornadas con azulejos de espejo que reflejan los rayos del sol y producen interesantes efectos de luz.

El paso del tiempo, las inclemencias meteorológicas y el hollín han dejado su impronta, dejando de relucir con los colores primitivos, después de 30 años de existencia.

Joseph Krawina realizó estudios sobre la posibilidad de combinar materiales de construcción antiguos con nuevos. Quiso llevarlo a la práctica en este proyecto; pero, debido a factores económicos, no fue posible. Sin embargo, Hundertwasser decidió diseñar una parte de la fachada con el estilo antiguo, ya que creía que “la parte antigua era, asimismo, el centro de la casa, el punto de partida para el nuevo edificio”.
 
Las ventanas

Hundertwasser abogaba por el “derecho a la ventana”. Opinaba que cada inquilino debía tener el derecho a rascar los muros alrededor de sus ventanas hasta donde le alcanzara el brazo y a pintar ese trozo con pincel y colores a su gusto (ningún inquilino ha hecho uso de él todavía…).

Las ventanas no están colocadas en fila, como de costumbre; sino que, están dispuestas en los muros por una aparente  obra del azar. Hundertwasser diseñó ocho tipos de ventanas para este edificio, dependiendo de la planta en la que iría colocada y la cantidad de luz que necesitase cada habitación. Por lo tanto, en las plantas más bajas, con poca incidencia de luz, se colocaron ventanas de mayor tamaño que en las de plantas superiores. Algunas de ellas, están enmarcadas con listas de colores y otras, están enclavadas en bóvedas de cerámica para mayor cohesión estética.


Diversos elementos decorativos
Existe diversidad de elementos muy significativos en la decoración de este edificio. Dando a la Calle Kegelgasse, hay colocados unos bolos de cerámica de color, pues ese es el significado de su nombre. Del mismo modo, desde la Calle Löwengasse (calle del León) se pueden apreciar las figuras de unos leones. Las coronas de los muros de los balcones y terrazas están adornadas con elementos esféricos de piedra y estatuillas clásicas.

Como cabría pensar, las columnas no sólo cumplen una función de apoyo y de transmisión de fuerza, también tienen un fin decorativo, de líneas redondeadas y alegres colores.
                                                        
 La mayor parte del edificio se construyó en ladrillo. Solo una mínima parte (bóveda del portal o los entretechos) están hechos de hormigón. Por aquellas partes de muro que pertenecen visibles es utilizaron ladrillos antiguos provenientes de casas de derribo y llevan grabado el escudo imperial. Al igual que los mosaicos, que fueron compuestos con restos de azulejos, pudiéndose descubrir incluso, fragmentos de lápidas históricas en diferentes partes del suelo.

Son los mosaicos junto a las formas biomórficas los que me recuerdan tanto al trabajo del arquitecto catalán Antonio Gaudí. Todo el edificio está adornado con mosaicos y cenefas, tanto por fuera como por dentro, incluso el aparcamiento subterráneo presenta diversos motivos florales y cada plaza está marcada con cenefas verticales en las paredes.

En el arte de Friedensreich Hundertwasser está presente la espiritualidad. Por lo que, diseñó torres con cúpulas en forma de cebolla para mostrar que en cada hogar habita Dios.

“Epidermis Arquitectónica”: conjunción del exterior con el interior.
Así es como proclamó Friedensreich Hundertwasser, en su “Manifiesto contra la arquitectura” –Viena, 1968- el derecho que tiene un ser humano a poder diseñar todo el perímetro de su casa, su “tercera piel”, como él la denominaba; pero, respetando a los vecinos y a la estabilidad del edificio. Lo que en cualquier edificio está prohibido, como pintar las paredes de los pasillos comunes, aquí han sido pintados y garabateados por niños.

Vivir en la Casa Hundertwasser-Krawina es como estar dentro de una obra de arte  y en una atracción turística. Está compuesta por un total de 50 viviendas, cuyas dimensiones estriban entre los 30 m2 y  los 150 m2, pero solo un grupo pequeño de ellas cuenta con acceso directo o indirecto a una terraza propia. Los suelos  y paredes de las habitaciones son, contrariamente a los de los pasillos, planos y rectos para que los inquilinos puedan amueblar sus apartamentos con muebles convencionales. Originalmente, para los suelos se utilizaron tablas de madera tratadas con cera de abejas.

El diseño de los cuartos de baño se realizó según las ideas de Hundertwasser. Éste opinaba que el diseño reticular de recintos embaldosados con regularidad impide que el ser humano se encuentre a sí mismo, por ello los azulejos de los cuartos de baño deben ser embaldosados irregularmente, con incrustaciones de ladrillos de vidrio transparente, a través de los cuales se puede ver. En la selección de la grifería, se hizo también hincapié en una individualización máxima.

Uno de los recintos comunes más placenteros, con el que cuenta el edificio, es el jardín de invierno. Desde fuera se puede reconocer el lugar donde está ubicado por los dos grandes arcos redondeados que dan a la Löwengasse y por el patio interior. No es más que una habitación con mucho colorido y vegetación, con una pequeña galería, a la que se puede acceder por una escalera de caracol. Los ladrillos de vidrio incrustados en el suelo sirven de fuente de luz adicional para el pasillo subyacente de la casa. Los diversos colores en el techo marcan la dirección en la que se encuentran los apartamentos y el pasillo de arriba.


“Los árboles inquilinos”
Para Hundertwasser, la vegetación era una amiga y compañera del ser humano, a la que había que tratar como tal. Lo que se le arrebataba a la Naturaleza en forma de calles y edificios se le debería devolver mediante el ajardinamiento de dichas superficies. Por ello, les otorgaba una posición especial, no están sobre un techo o sobre una terraza, sino que crecen desde el interior de la casa hacia fuera, convirtiéndose en coinquilinos. El alquiler lo pagan siendo útiles, purifican el aire, producen oxígeno, mejoran el microclima y dan vida y adornan la fachada.

 
Un visita obligada en la blanca capital imperial.

“La línea recta es atea. La línea recta es la única línea no creativa. La única línea que no corresponde al ser humano como imagen de Dios”.
                                                                                              Friedensreich Hundertwasser

 
Más información en:

Hundertwasser-Krawina . Disponible en: http://www.hundertwasser-haus.info/