domingo, 21 de septiembre de 2014

Madurar es aceptar pérdidas

Paseando justo donde rompen las olas, disfrutando de una buena lectura con el telón azul verdoso de fondo, me di cuenta de que, por fin, el proceso estaba llegando a su fin.

'Reina pecas', de Pedrita Parker http://pedritaparker.com/`]
Es extraña la sensación de haber despertado de un largo letargo y, sin apenas darte cuenta, aunque con un arduo trabajo realizado, la realidad se muestra con otro color. Y, lo que es más importante, la actitud hacia ella es distinta y automatizada, sin necesidad de un esfuerzo especial.

Aprender, aprender y aprender. Es, en síntesis, mi recompensa. Pero, un aprendizaje marcado a fuego. Es tanto el esfuerzo y el dolor sufridos, que no creo que jamás lo llegue a olvidar. Si me desvío un poco de la senda, espero mirar las cicatrices y retomar el camino.

Madurar es aceptar las pérdidas. Sí, no se me ocurre mejor frase que defina este proceso de catarsis. Leyendo el artículo de Xavier Guix, me trajo a la memoria los últimos años y pude hacer balance de toda mi evolución.

Una pérdida lleva asociada un proceso de duelo y, todo duelo está compuesto de varias etapas. Hasta llegar a la aceptación, es tan intrincado y fructífero el esfuerzo, que sea cuál sea el problema, todo se relativiza. El olvido no es posible, pero sí cambiar nuestra conducta.
'You are now', de moonassi

Todos hemos pasado o pasaremos por procesos de pérdida: de algún ser querido, un empleo, la ruptura de una relación, la conciencia de no ser ya amado,… Nadie está libre, pero la actitud para enfrentarse y sobreponerse a ella es fundamental. De nada sirve perder el tiempo lamentándose, no ser coherente con lo que se dice y vivir acomodado en una zona de confort, de la que tanto cuesta salir.
En este último año, he tenido que oír frases como: “de qué te quejas. Eres como el resto de los 6 millones de parados; por lo menos, tu pareja tiene trabajo”. Claro que sí. Siguiendo ese mismo razonamiento, tengo que dar las gracias por no tener una enfermedad terminal o no tener necesidad de mendigar. ¿Personas? con esta reprobable sensibilidad y nula empatía no entienden qué significa estar en situación de desempleo. No entienden que, a pesar de que existen mujeres que se aprovechan de su marido/pareja y llevan la vida que de otra manera no podrían tener, existen mujeres que, desde muy jóvenes han trabajado, costeado sus gastos y han buscado su independencia, tanto de sus familiares como de su pareja; que la vida no es solo ganar dinero para vivir y aparentar lo que no sé es, dándole una entidad material porque está vacía de lo más importante. Simplemente, es hacer lo que uno ama y sentirse bien consigo mismo, sin necesidad de depender de nada ni de nadie.

En este último año, he reconfigurado mi familia: la de sangre y la “urbana”, aquélla formada por la gente que me ha aportado felicidad en mi vida. Muchas han sido las desilusiones que he tenido que afrontar de supuestos amigos, de los que sí me he preocupado a lo largo de nuestra relación y, muchas las sorpresas provenientes de personas a las que apenas conocía. Al escribir estas palabras, he recordado la fábula de “El árbol de los amigos”, que alguna vez he utilizado y tan ilustrativa es.
Visto en Google

En este último año, he aprendido a amarme, aceptar mis errores y mis defectos y, sacar lo mejor de mí. He aprendido a darme mi sitio y poner límites. La asertividad es esencial para vivir una vida sana y placentera. Quizá sea un modo egoísta de vivirla, pero tan necesaria…
Nunca he utilizado este espacio para hablar de algo tan íntimo como son mis sentimientos. Diversos estudios de la empresa Pew Research demuestran que muchos son los que te leen, aunque no interactúen contigo en RRSS y en el Social Media, en general. Por este motivo, he querido dedicar esta entrada a este tema que, por desgracia, está a la orden del día. Se pueden superar las adversidades, con tesón y voluntad.

Muchas gracias a todos los que me han acompañado en este proceso y a los que no. Todos ellos me habéis ayudado a evolucionar y madurar, aceptando la pérdida.

Esta tarde, mi tía me envió este vídeo con la canción de Bruno Mars, ‘Count On Me’ 
No pude dejar de compartirlo.


2 comentarios:

Unknown dijo...

Dos palabras que yo no paro de repetirme día tras día: Sigue adelante.

Esther Gómez Quero dijo...

¡Muchas gracias, amiga! Así lo haré. ;-)